El Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) implementa uno de los programas de conservación de tortuga marina más importantes de El Salvador. Desde hace 19 años ha desarrollado el programa QUELONIA, una iniciativa que trabaja por la protección, la conservación y la reproducción de las distintas especies que arriban a nuestras playas, en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y con el apoyo de los aliados estratégicos a lo largo de las costas del pacífico salvadoreño.
Con QUELONIA se ha logrado minimizar el impacto provocado por la venta y consumo de huevos de tortuga y se ha generado conciencia en las comunidades costeras, incentivando dinámicas económicas alternativas que benefician directamente a las familias.
Principales aportes de FIAES
a través del programa QUELONIA
21 corrales de incubación
instalados en diferentes playas desde Oriente hasta Occidente.
4 millones de huevos incubados
recolectados por las comunidades.
3.5 millones de tortugas liberadas
en más de 30 playas.
El marcaje de tortugas como herramienta para la conservación
Las costas salvadoreñas reciben cada año la visita de cuatro de los cinco tipos de tortuga marina que forman parte de los quelónidos (Cheloniidae). Estas especies son la Prieta, Carey, Golfina y Baule, esta última reconocida en peligro de extinción por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).
En la Reserva de Biosfera y sitio Ramsar Xiriualtique-Jiquilisco, con el apoyo técnico y financiero del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador, FIAES, la Asociación de Desarrollo Comunal Caserío El Tular (ADESCOT) desarrolló el proyecto de protección y conservación de tortugas marinas con énfasis en las especies Carey, Baule y Prieta en los municipios de Jiquilisco y Puerto El Triunfo.
En la reserva de biosfera Xiriualtique-Jiquilisco, la comunidad juega un rol esencial en la recuperación y protección ambiental
Los habitantes de las comunidades participan activamente en las actividades de monitoreo y conservación de las tortugas. “Nos sentimos agradecidos con el proyecto porque es de gran ayuda para nuestras comunidades y aprendemos de este método que se utiliza para identificar de forma individual a las tortugas marinas. Durante la ejecución del proyecto se mejoró la economía familiar porque el intercambio de los huevo se volvió una fuente de ingresos económicos.
También se crearon condiciones de trabajo agradables para los tortugueros y tortugueras con el apoyo logístico para las noches de veda. Además, nos ayudó a conocer sobre las tortugas, por ejemplo ahora ya sabemos cada cuanto tiempo salen a poner (desovar) sus huevos”, mencionó Dinora Marquina, presidenta de la Comunidad El Icaco.
El Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) implementa, desde hace 19 años, el Programa Quelonia para la protección y conservación de las especies de tortuga marina, minimizando el impacto que por muchos años tuvo la venta y consumo de huevos de tortuga marina, una actividad desarrollada al margen de ley.
Uno de los productos importantes del proyecto es la marcación de 250 ejemplares de tortugas que arriben a las playas de las comunidades El Tular y El Icaco. Aquí se han instalado 2 viveros de tortugas con sus respectivas áreas de vigilancia y atención a los visitantes.
Los datos que se obtengan de la técnica de marcaje implementada se sumarán a la información que se ha obtenido gracias al monitoreo del comportamiento de las especies que arriban a las playas del litoral, como parte de las actividades que se ejecutan con los proyectos del programa de conservación de tortugas que FIAES desarrolla a lo largo de la costas salvadoreñas.
El monitoreo de las especies de tortuga que arriban a las costas de esta importante reserva natural se realiza con la colaboración de 100 personas, tortugueros y tortugueras, carnetizadas y autorizadas por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales que participan en las noches de veda. Esta actividad permitió la recolección de 17,060 huevos, superando la meta establecida de 10,000.
Para la sostenibilidad del proyecto a partir de la participación de hombres y mujeres comprometidos con la conservación de especies en peligro o amenazadas, se realizan talleres de masculinidad con los tortugueros de las comunidades, esto ha permitido eliminar las barreras de género.
Una experiencia similar en el área de conservación El Imposible-Barra de Santiago
La Asociación de Asociación de Desarrollo Comunal de Mujeres de la Barra de Santiago (AMBAS) con el apoyo técnico y financiero de FIAES logró la incubación de 105 mil huevos de tortugas marinas. La mayoría de huevos son de la especie Golfina, sin embargo, el éxito del proyecto también incluye la incubación de dos nidos de las especies Baule y Prieta; declaradas en peligro de extinción. Estos fueron encubados y liberados en dos viveros que permitieron la recolección de huevos en las comunidades El Tamarindo, Bola de Monte y El Botoncillo; ubicados en los municipios de San Francisco Menéndez y Barra de Santiago, en Jujutla, en el departamento de Ahuachapán.
Se superó la meta de incubación de huevos de tortugas marinas y se establecieron prácticas de monitoreo en el área de conservación El Imposible-Barra de Santiago.
“El trabajo estuvo enfocado en recolectar huevos de Baules, Prietas y con suerte Carey. En esta temporada pudimos encubar dos nidos de Baule y uno de Prieta”, afirmó Eder Caceros, técnico del proyecto.
Las acciones del proyecto permitieron a las comunidades trabajar en el monitoreo de las diferentes especies de tortuga que arriban a sus playas. Según datos de AMBAS, se trabajó el marcaje de 100 tortugas, involucrando directamente a los beneficiarios del proyecto.
Además, se elaboraron dos estructuras de peces come-plásticos, que servirán para apoyar en la recolección de envases plástico y evitar que contaminen el océano y pongan en riesgo los ecosistemas costeros marinos, sumado a la belleza estética que aportan a las playas de la zona.
Ante los efectos de la pandemia de la COVID-19 en la economía salvadoreña, el proyecto benefició a las comunidades a través de la implementación de huertos caseros que garantizaron la seguridad alimentaria de los núcleos familiares.
La sostenibilidad de las acciones de conservación y monitoreo continuarán gracias al compromiso de las comunidades y de los socios implementadores, manteniendo abierto los viveros para recibir los huevos que sean depositado en las playas del área de conservación El Imposible-Barra de Santiago.
Quelonia: conservando las tortugas marinas
Día Mundial de las Tortugas Marinas