Muchos de nosotros sabemos que las estrellas de mar siempre han sido consideradas como símbolo de la vida marina, pero ¿qué es lo que sabemos de ellas? ¿Existen en nuestro país?… Sí, en El Salvador tenemos estrellas de mar y sus parientes.
Los equidermos son más diversos en aguas marinas tropicales y subtropicales, ya que las temperaturas favorecen sus desarrollo y formas de vida. Sin embargo, algunos de ellos viven en aguas frías, como las cercanas a regiones polares. Además, pueden habitar en aguas salobres como las de los estuarios o cuevas anquialinas; estas últimas que se caracterizan por una exposición limitada al aire, con conexión subterránea al mar e influencias tanto marinas como terrestres, y en donde la luz solar es casi nula. Lo que puede influir en los hábitos alimenticios de las especies. La primera especie en registrarse para la cueva anquialina “El Aerolito” en México fue Copidaster cavernicola. Si quieres leer más sobre este interesante esfuerzo realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (México) consulta en http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2013_241.html
Copidaster cavernicola, la primera estrella de mar cavernícola del mundo, encontrada en la cueva anquialina “El Aerolito” en México. Fotografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM-DGCS-241, 20 de abril de 2013).
Otro de los aspectos muy interesantes de los equinodermos es su ciclo de vida, veamos por qué. Sus primeras etapas de vida son muy diferentes a como los conocemos comúnmente, ya que inician su vida siendo larvas que luego pasan por un proceso de metamorfosis para convertirse en adultos, además dependiendo del sub grupo al que pertenezcan poseen diferentes formas y nombres. Ahora bien, ¿cómo se reproducen? Algunos de nosotros sabemos que cuando una estrella de mar pierde su brazo al ser atacada por un depredador, por ejemplo, tiene la posibilidad de regenerar todo su cuerpo. Sin embargo, algunos de sus parientes, como los erizos de mar, se reproducen liberando sus gametos y huevos en el mar para ser fecundados, estos pasan a ser larvas y luego a adultos con la apariencia que conocemos.
En el video podemos observar detalladamente las larvas de un erizo de mar y su desarrollo hasta formar un organismo adulto, así como también las principales estructuras del cuerpo que le ayudan a movilizarse y alimentarse.
En El Salvador tenemos aproximadamente 60 especies de equinodermos, de las cuales, la mayor parte de ellas, viven en el mar y una pequeña parte se encuentra en estuarios. Debido a que la franja costera de nuestro país está formada por una gran proporción de playas, uno de los organismos más conocidos de este grupo en el país, son los “dólares o galletas de mar”. Ellos se alimentan de pequeñas partículas inmersas en la arena donde viven, algunas especies construyen pequeños canales de entrada y salida para alimentarse, y que, a su vez, promueven la circulación del agua y la colonización de diferente fauna marina. Los galletas de mar son muy comunes en nuestras playas, poseen gran capacidad de excavación y alimentación utilizando sus espinas y pies ambulacrales.
MELLITALONGIFISSA
“GALLETA DE MAR” COMÚN EN NUESTRAS PLAYAS
A menudo se observan expuestas sobre la arena durante la marea baja dejando pequeños rastros de su desplazamiento. Si las queremos observar detenidamente debemos hacerlo dejándolas en la arena húmeda o bien dentro del agua, para evitar la asfixia del organismo, lo recomendable es no tocar la fauna silvestre. Fotografía Fernanda Ramos.
Ahora bien, vamos a revisar un poco de historia sobre el grupo en el país. Las primeras observaciones publicadas de estos maravillosos animales en El Salvador, fueron realizadas por David J. Guzmán en 1910 en su escrito “Texto de Zoología Elemental”, quien, a pesar de no ser un naturalista especializado en su época, realizó diferentes observaciones de animales en nuestro país. En su texto expone las observaciones así: “…las estrellas de mar (Aster) comunes en nuestras playas…”. Curiosamente esto nos hace preguntarnos, ¿eran más abundantes las estrellas de mar en nuestra costa? ¿Ha sido tan grande el cambio, probablemente por acciones del humano, en esta zona que ha provocado que los equinodermos se muevan a mayor profundidad o disminuyan su número? Son preguntas que vale la pena responder ya que nos proporciona un panorama interesante de la riqueza de equinodermos en nuestras costas hace más de un siglo.
Existieron veleros de investigación científica que recolectaron equinodermos al cruzar aguas marinas salvadoreñas pero no de todos se pueden encontrar ejemplares en los museos del mundo. El Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian es el que posee ejemplares depositados de mayor antigüedad (1952), los ejemplares más recientes están depositados en la Academia de Ciencias de California, Colección Nacional de Equinodermos de México, el Museo de Historia Natural de El Salvador, entre otros.
Durante los 90’s se hicieron diferentes observaciones del grupo, indicando que su ocurrencia está limitada a playas arenosas, zonas rocosas y fondos lodosos como el de los manglares. Posteriormente, se conocieron nuevas especies para el país y en los últimos años se ha puesto mayor atención en las condiciones ambientales que están determinando sus formas de vida, ya que algunos organismos de este grupo son abundantes en los arrecifes rocosos y de coral, y a la vez, nos indican la salud ambiental de estos sitios.
Como hemos visto, el conocimiento de este grupo en el país aún se encuentra en desarrollo y a pesar de lo llamativos, extraños o “extraterrestres” que nos puedan parecer, poseen una importancia vital en sus ecosistemas; por ejemplo, algunos son alimento para peces de importancia comercial, y por lo tanto debemos apreciar y valorar el papel que estos organismos juegan en el funcionamiento del sistema. Y recordemos, si vemos a algunos de ellos en nuestra próxima visita al mar, observémoslos con respeto sin interrumpir el equilibrio perfecto con el que se encuentran en su hogar.
¿EXTRATERRESTRES DENTRO DEL MAR?
EQUINODERMOS