Conservación de tortugas marinas en Golfo de Fonseca

El Salvador

NELSON RODRIGUEZ-- Proveedor

En el área de conservación Golfo de Fonseca, cada año los desafíos para la conservación de la tortuga marina requieren de propuestas técnicas integrales, que involucren a las comunidades y a los actores institucionales en la implementación de las acciones de conservación de la biodiversidad en esta importante región hidrográfica, compartida por los países centroamericanos El Salvador, Honduras y Nicaragua. 

Para el año 2021 se estableció la meta de recolectar 85 mil huevos de tortugas en los tres viveros que se les dio seguimiento en el marco del proyecto que ejecutó la Asociación de Desarrollo Económico Local (ADEL La Unión) en las playas El Cuco, El Icacal y Las Tunas, donde predomina el arribo y desove de tortugas de la especie Golfina. 

La misión que tienen los tortugueros es encontrar nidos de las tres especies a lo largo de decenas de kilómetros de playa que recorren cada noche. A pesar que las tortugas Prieta y Carey son las especies que tienen menos posibilidades de encontrarse en el Oriente del  litoral salvadoreño, porque no son zonas de alto anidamiento de esas especies, este año se logró la incubación de 900 huevos de la especie Prieta, un importante logro para la conservación de la especie en esta región.

Tortugas Prietas

Para el proyecto y la conservación de la especie es un éxito la incubación de las tortugas Prietas, dado que por sus hábitos alimenticios basados en pastos marinos y algas, considerados como los ecosistemas más productivos del mundo, las tortugas acumulan y transportan los nutrientes hasta las playas donde realizan sus anidamientos.

Carmen Soriano, encargada de la coordinación del proyecto en la zona de intervención describe el procedimiento para involucrar a las comunidades, quienes se encargan de recolectar los huevos. “Se realizó una línea base para actualizar los datos de la población recolectora para poder carnetizar, además, se rehabilitaron y equiparon los tres corrales de incubación para la recolección de huevos en condiciones óptimas”, mencionó. 

La sensibilización es un elemento clave para la sostenibilidad de las acciones de conservación.

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Neonato de tortuga Prieta (Chelonia Agassizii) liberada en playa El Icacal, Intipucá, La Unión.

La participación activa de las comunidades es fundamental para transformar las prácticas de depredación de la tortuga marina. Una de las herramientas de sensibilización fue la obra teatral denominada: las tortugas y su vida en el área de conservación Golfo de Fonseca, realizada con el apoyo de los estudiantes del MEGATEC-ITCA FEPADE. 

También se realizaron jornadas formativas para los guardarrecursos de diferentes áreas de conservación y áreas naturales protegidas como Barra de Santiago, San Marcelino, Bahía de Jiquilisco, La Ermita, Bahía de La Unión, Conchagua, Cacahuatique, Nancuchiname, Las Nieves, Caballito y El Jocotal, donde consolidaron sus conocimientos para acompañar las jornadas de recolección de huevos de tortugas. 

Para armonizar la vida de las comunidades e interactuar con los guardarrecursos y voluntarios se desarrollaron jornadas de recolección llamadas “Noches de convivio Quelonio”,  donde se recolectaron 1,380 huevos que se donaron al proyecto e ingresaron a los viveros como una jornada práctica en el manejo de viveros para los guardarrecursos. 

Otro elemento importante que se ha desarrollado en la región son los emprendimiento azules, entre los que destaca la elaboración de hamacas y el establecimiento de granjas ecológicas de aves de corral, con lo que se generan oportunidades económicas para las comunidades que tradicionalmente se han dedicado a la venta ilegal de los huevos de tortugas.

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Como resultado de las actividades del proyecto se ha garantizado con la incorporación de estudiantes, los guardarrecursos y la comunidad, la sostenibilidad de las acciones de protección y conservación de las playas, donde se integran otras actividades de limpieza, reforestación y manejo de la vegetación, fundamentales para la anidación de las tortugas. Se ha convertido las playas El Cuco, El Icacal y Las Tunas en un nicho de anidación para los quelonios.