Comparten logros y experiencias de la restauración de ecosistemas en el Área de Conservación El Imposible-Barra de Santiago en El Salvador

PRENSA FIAES

Representantes del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), la Unión Europea (UE) y de la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) se reunieron con participantes del proyecto del Fondo de Desarrollo Verde en el Área de Conservación El Imposible-Barra de Santiago para compartir las experiencias y logros alcanzados.

En la actividad participaron, el director general de Ecosistemas y Biodiversidad del MARN, Miguel Gallardo, el secretario ejecutivo de la CCAD, Jair Urriola; el agregado de cooperación de la Delegación de la UE en El Salvador, Erik Kristensen; el director ejecutivo del FIAES, Jorge Oviedo; así como los equipos técnicos del MARN, FIAES, GIZ y representantes de los municipios de San Francisco Menéndez, Jujutla y Tacuba, del departamento de Ahuachapán.

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Las metas de conservación del proyecto fueron superadas, comentó Silvia Flores, coordinadora territorial de FIAES.
Durante la ejecución del proyecto se realizaron acciones de restauración en 580.93 hectáreas con sistemas silvopastoriles y en 1,041 hectáreas con sistemas agroforestales; además, de proteger 6,550 hectáreas de bosques, alcanzando 8,171.93 hectáreas restauradas y conservadas del Área de Conservación El Imposible-Barra de Santiago en El Salvador.
Con este proyecto se logró una incidencia positiva en la mejora del enfoque de producción sostenible de ganaderos, caficultores y productores agrícolas de la región, que ahora trabajan con una mejor orientación hacia el futuro en sus planificaciones con acciones de restauración de ecosistemas y para aumentar su resiliencia ante los efectos del cambio climático.

“Yo siento que mi finca ha mejorado, si seguimos poniendo en práctica lo que hemos aprendido pienso yo que va a mejorar todo no solo la familia, sino las comunidades y todos los de nuestro alrededor”, manifestó Vilma de Escobar, una de las participantes del proyecto. 

El beneficio del proyecto llegó directamente a 1,183 productores del área, de los cuales 379 son mujeres y 804 hombres, e indirectamente a través de la mejora de los servicios ecosistémicos a los más de 50 mil habitantes de la zona. Como un impacto del proyecto, se desarrollaron sinergias con la Comisión Nacional de la Pequeña y Microempresa (CONAMYPE) impulsando la cadena apícola y mecanismos de comercialización de los productos de los sistemas agroforestales.

Potenciando la caficultura sostenible

El Área de Conservación El Imposible-Barra de Santiago, es uno de los territorios más vulnerables del país y al mismo tiempo presenta una enorme diversidad de ecosistemas interconectados que van desde costero-marinos, manglares, bosques secos tropicales, cafetales y ecosistemas agropecuarios; está ubicada entre los municipios de Tacuba, San Francisco Menéndez y Jujutla del departamento de Ahuachapán.

 
 
Asimismo, a través del proyecto se ha mejorado la infraestructura de los Centros de Operaciones del Área Natural Protegida de Santa Rita y de Barra de Santiago, para el control, monitoreo y protección de biodiversidad en un ecosistema de bosque tropical único en el país. De igual forma se han conformado 3 brigadas de manejo y control de incendios forestales con el apoyo de las comunidades.

“Las áreas naturales protegidas, tenemos que conservarlas. El hecho de que las tengamos protegidas no quiere decir que están exentas de la depredación o incendios. Entonces con el proyecto nos propusimos proteger 3 mil hectáreas de bosque a través de brechas corta fuego, cercado, rotulaciones, trabajar los senderos, y algo importante con el proyecto es mejorar la estructura básica para la atención del público y su sensibilización con el medio ambiente”, explicó el técnico Territorial del MARN, Gabriel Cortez.

Igualmente, con este proyecto se capacitaron a más de 1,000 personas en diferentes temáticas para impulsar la conservación y restauración de esta importante zona para el país, ya que es uno de los territorios que posee una gran diversidad de ecosistemas interconectados que van desde costero-marinos, manglares, bosques secos tropicales, cafetales y ecosistemas agropecuarios.

“He aprendido muchas cosas del proyecto, como hacer abono y foliares orgánicos; además, nos han gratificado con incentivos como árboles, pasto mejorado, alambre de púas para hacer cercos, nos enseñaron a hacer barreras vivas, para hacer prácticas que le den más vida a la tierra; porque de nada sirve tener zacate o potreros y no tener agua, debe ser balanceado”, afirmó Manuel Núñez, uno de los ganaderos participantes del proyecto.

El proyecto también fortaleció las capacidades administrativas de 9 organizaciones locales en temas de contabilidad, ejecución técnica y monitoreo de impactos para la captación de recursos provenientes de cooperación internacional. Como impacto adicional, la subreceptora EMSAGUAT, una de las 9 organizaciones locales que implementó el proyecto, ha sido reconocida como una de las 50 iniciativas lideres del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas por ejecutar sus acciones de restauración centradas en la resiliencia climática.

“La adaptación y mitigación al cambio climática, y las acciones de restauración de paisajes y ecosistemas son parte fundamental del Pacto Verde Europeo.  Este proyecto ha sido un proceso de aprendizaje mutuo y hemos visto importantes resultados sobre los beneficios ambientales, sociales y económicos de la restauración de ecosistemas. Es por ello que felicitamos al MARN, a FIAES y a las organizaciones locales por los resultados alcanzados, los cuales son reflejo del alto compromiso de sus equipos de trabajo”, comentó Erik Kristensen, agregado de cooperación de la Delegación de la UE en El Salvador.
 
El proyecto fue financiado por la por la Unión Europea, el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección al Consumidor (BMUV), en el marco de la Iniciativa Internacional para el Clima (IKI por sus siglas en alemán) es implementado a nivel regional por Cooperación Técnica Alemana al Desarrollo, GIZ en coordinación con la CCAD y a nivel nacional implementada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) a través del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) en sinergia con subreceptoras que implementan a nivel local.