El 9 de septiembre se reconoce como el Día Mundial de la Agricultura para valorar el trabajo de todas las personas que se dedican de forma permanente a la producción de alimentos.
La agricultura como práctica ancestral es una ocupación vital para la subsistencia de las poblaciones humanas y las formas de producción están sumamente vinculadas a la variabilidad ambiental provocada por el cambio climático que pone en riesgo la salud y la producción de alimentos de calidad.
Con estas acciones se promueven prácticas adecuadas para evitar los impactos negativos y lograr que se desarrolle una agricultura sostenible, incluyendo la introducción de especies forestales, frutales y en peligro de extinción dentro de las parcelas agrícolas.
Con estas dinámicas de restauración se genera mayor sostenibilidad en la cosecha de agua, mayor establecimiento de bosques y la disminución de los incendios forestales. Todos estos paquetes tecnológicos han sido adoptados por las comunidades para producir alimentos más saludables y conservar sus medios de vida.
La importancia de la agricultura amigable con el medio ambiente