El 5 de marzo de 2020, en el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador, FIAES, se recibió una noticia que llenaba de alegría. Con 60 votos, el Pleno Legislativo salvadoreño declaró el 26 de julio como el “Día Nacional de la Conservación del Ecosistema de Manglar”, como un reconocimiento a este ecosistema “claves en la mitigación y adaptación al cambio al climático”, señala el decreto.
Daysi Herrera, coordinadora territorial de FIAES recibió con emoción la declaratoria. Ella desarrolla su trabajo en el Humedal Estero de Jaltepeque y en la Reserva de Biosfera Xiriualtique-Jiquilisco, esta última es una reserva natural con la mayor extensión de bosque salado en el país, con un aproximado de 22 mil hectáreas que lo convierten en el bosque de manglar más representativo de Centroamérica.
El esfuerzo y el compromiso se ven reflejado en este logro por la conservación de los recursos costeros marinos. “En este proceso, FIAES a través de las diferentes convocatorias de proyectos ha desarrollado acciones en diferentes lugares y eso permitió darle soporte financiero y acompañamiento técnico”, explicó Daysi.
FIAES en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el apoyo de las entidades ancladas en los territorios, orienta y educa a los pobladores para aprovechar el recurso del manglar de forma sustentable y sostenible, a través de la técnica de Restauración Ecológica de Manglares (REM), socializada a través de los Foros de Manglares.
Los foros son eventos que tienen como objetivo posicionar en la agenda pública el tema de conservación de los manglares. Para implementar estas acciones, en Estero de Jaltepeque, por ejemplo, se han ejecutado proyectos con fondos de compensaciones ambientales, un soporte a las acciones que materializan la visión de conservación compartida con diversas organizaciones lideradas por FIAES, quién tomó la iniciativa de lanzar el primer Foro sobre Manglares y Cambio Climático.
"El año pasado (2019) en la realización del V Foro de manglares denominado: Articulando esfuerzos para la restauración y protección de nuestros bosques salados, decidimos lanzar la propuesta de declarar el día de la protección de los manglares, con el apoyo de 16 organizaciones de La Unión, Usulután, La Paz, Ahuachapán y Sonsonate, que conforman el Colectivo de Protección y Conservación de Manglares”, explica Daysi.
Para las organizaciones, este decreto es una herramienta legal para poder desarrollar las acciones que facilitan y ejecutan juntos con las comunidades. “Para nosotros es muy importante porque nos permite realizar diversas actividades en coordinación con todas las entidades que desarrollan actividades de restauración y conservación de manglares. Tampoco solo es realizar actividades, sino tener la visión de desarrollar acciones a nivel nacional, en conjunto”, propone José María Argueta, presidente del Comité de Reserva de Biosfera Xiriualtique-Jiquilisco.
El primer foro se realizó en el año 2011, en coordinación con EcoViva y Asociación Mangle, en el marco de la ejecución de proyectos FIAES en el sector sur de la Bahía de Jiquilisco. Posteriormente, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales retomó la idea y hasta el año pasado se han realizado seis foros de restauración de manglares.
Un día para reafirmar el compromiso por los bosques salados
Para Daysi y José María, la conservación de los manglares está llena de mucho simbolismo.
En Jiquilisco, la Asociación Mangle ha realizado por muchos años un evento cultural denominado el Festival del Mangle, un día que se aprovecha de hacer una serie de actividades con el objetivo de agradecer todos los beneficios ambientales que estos proveen. A este esfuerzo se ha sumado la articulación organizativa del Comité Nacional de Reservas de Biosfera y los Comités Ramsar. Ahí se identifican las necesidades que hay que tomar en cuenta para transmitirlas a las diferentes entidades que promueven su conservación.
FIAES es un soporte clave para la restauración del bosque salado. Principalmente, porque la restauración de manglares tiene elementos sociales tan fuertes como garantizar la seguridad alimentaria de las familias. Con la protección y conservación de los manglares la calidad y disponibilidad de la pesca no se verían afectadas. Apostarle al tema económico, al tema ambiental y al tema social garantiza la sostenibilidad de los recursos naturales.
El manglar, un lugar lleno de vida
para las comunidades costero marinas